7.04.2013

La agonía de Omayra no la paró nadie, la de una ballena en el Ártico, el presidente Reagan


Omayra

1985 
«Váyanse a descansar un rato y después vengan y me sacan de aquí”.

Esta es la entereza que mostraba Omaira Sánchez hace hoy justo 25 años, atrapada entre el lodo y los restos de su propia casa, con el agua al cuello, mientras las cámaras de televisión retransmitían sus últimas horas de vida.

 La fortaleza, valentía y ternura con las que esta niña colombiana de 13 años afrontó los esfuerzos de un rescate imposible, la convirtieron en la víctima más famosa de las más de 25.000 que se produjeron el 13 de noviembre de 1985, cuando el volcán Nevado del Ruiz entró erupción y una avalancha de lodo, tierra y escombros se tragó literalmente a la ciudad de Armero, hasta convertirla en un cementerio gigante.




Casi tres días estuvo agonizando Omaira, con su cuerpo atrapado e inmovilizado entre los materiales expulsados por el volcán, ante los flashes de los reporteros gráficos y las miradas de los periodistas y los curiosos, a los que hablaba con una tranquilidad sobrecogedora, dejando frases como estas:

«Toco con los pies en el fondo la cabeza de mi tía»; «yo quiero que ayuden a mi mamá, porque ella se va a quedar solita»; «tengo miedo de que el agua suba y me ahogue, porque yo no sé nadar, aunque soy de aquí, de tierra caliente»; «estoy preocupada, hoy era el examen de matemáticas», o «mi papá trabaja cogiendo arroz y sorgo en una combinada, mi mamá está en Bogotá, donde mi tío, que es celador de Expreso Bolivariano», entre declaraciones que intercalaba con los comprensibles «tengo frío» y «sed».
Pero a las 10 de la mañana del sábado 16 de noviembre, después de comprobar que la opción de amputarle las piernas era imposible –no contaban con el material quirúrgico y las condiciones necesarias como para que sobreviviera– y realizar el último intento de succionar con una motobomba el fango que no paraba de crecer, Omaira cerraba los ojos.

«No es justo, Dios, no es justo. Después que luchamos tanto y ella aguantó», se lamentaba entre sollozos el médico Mauricio Sarmiento."        (ABC, 04/02/2011)

 
"Tenía 13 años y en el momento de la tragedia de Armero vivía con su hermano menor, su padre y su tía. 

Su madre, durante la tragedia, se encontraba en Bogotá en un viaje de negocios. Durante el tiempo que Omayra se mantuvo atorada siempre estuvo encima de los cuerpos de sus familiares.

 Cuando los socorristas intentaron ayudarla, comprobaron que era imposible; para sacarla necesitaban amputarle las piernas. Sin embargo, carecían de equipos de cirugía y podría fallecer; la otra opción era traer una moto-bomba que succionara el cada vez mayor fango en que estaba sumergida. La única moto-bomba disponible estaba lejos del sitio, por lo que solo podían dejarla morir.

Omayra se mostró fuerte hasta el último momento de su vida, según los socorristas y periodistas que la rodearon. Durante los tres días, estuvo pensando solamente en volver al colegio y en sus exámenes.

El fotógrafo Frank Fournier hizo una foto de Omayra que dio la vuelta al mundo. La fotografía se publicó meses después de que la chica falleciera, debido a la gangrena gaseosa."           (Omaira - Wikipedia)


 1988

"Los norteamericanos siguen minuto a minuto la aventura de los cetáceos atrapados en los hielos de Alaska


 Estados Unidos se desayuna y se acuesta desde hace más de 15 días con los ronquidos de tres ballenas, Putu, Siku y Kanik, atrapadas en los hielos de Alaska, que han desplazado la campaña presidencial de Bush y Dukakis a un segundo plano. 

El rescate de los mamíferos -el más joven, Kanik, ha muerto víctima de una pulmonía y de su mayor debilidad-, seguido con minuciosidad por la televisión, se ha convertido en una operación militar, con gigantescos aviones C-5 Galaxy, helicópteros de todas clases y, desde ayer, internacional, con la llegada de dos rompehielos soviéticos.  (...)

Les faltan menos de cinco kilómetros para llegar a un mar, con hielos intermitz-ntes, que les permitirá, sin embargo, viajar hacia el Sur. Pero se hallaban ayer frente a una minicordillera de hielo de 12 metros de altura. 

La exagerada atención a estos tres animales, en un país en el que los humanos se rnueren de abandono en la Quinta Avenida de Nueva York o frente a la Casa Blanca, ha provocado críticas de sociólogos y científicos que se quejan de que ese esfuerzo, artificial, no se hace con otras especies en peligro. (...)

Los sociólogos dicen que los mamíferos atrapados se han convertido en los animales domésticos de todo el país. Los niños, en las escuelas, siguen metro a metro el avance de las ballenas a las que les sorprendió la capa de hielo, prematuramente este año, cuando bajaban, en su migración anual, a las aguas más cálidas del sur de California y México. Y luego lloran su suerte por la noche.   (...)

Ronald Reagan, cuyos recortes sociales han elevado el número de pobres a la cota histórica de 35 millones, llama a los esquimales, que, por 15 dólares la hora, se afanan en cortar el hielo para que respiren estas ballenas grises, y les dice que "nuestros corazones y nuestras plegarlas están con vosotros".

 Y no parpadea ante una operación que ya ha costado un millón de dólares (alrededor de 125 millones de pesetas). Es para él el triunfo del buen corazón norteamericano, aliado con la iniciativa privada y unas dosis, las mínimas para no estropear el cuadro del libre mercado, de ayuda estatal.

Dos jóvenes empresarios emprendedores de Minnesota, la clase heroica del reaganismo, se han pagado el viaje hasta Barrow para aplicar unas máquinas de deshielo a las piscinas naturales a las que, cada pocos minutos, salen las ballenas para respirar. No es fácil mantener esos pequeños pozos abiertos en un lugar en el que se hiela el aliento gracias a temperaturas de 30 grados bajo cero.  (...)




Un gigantesco helicóptero lanza de cuando en cuando un pilón de cemento de cinco toneladas contra la capa de hielo, que este año se hizo firme tres semanas antes de tiempo. Soltándolo a sólo dos metros de altu ra para controlarlo, abre un agujero para que respiren los mamíferos al tercer o cuarto golpe.



Un Hovercraft rompehielos no ha podido acercarse al lugar a pesar de que ha sido arrastrado por helicópteros. Entonces se decidió solicitar la ayuda de los soviéticos, que están por delante en tecnología de rompehielos. Pero ha sido el esfuerzo humano el más efectivo.




 

Los esquimales cortando con sierras mecánicas círculos en el hielo cada 50 metros, que sirven para que las ballenas salgan a respirar. Desde que fueron descubiertas han avanzado unos cuatro kilómetros, bajo la continua atención de veterinarios y biólogos que informan de su estado de salud con más detalle que los médicos japoneses del agonizante emperador Hirohito.

Cuando un esquimai cazador de otro tipo de ballenas llamado Roy Ahgmaogak se encontró con las tres atrapadas en un pequeño agujero helado, hubo gente en Barrow que abogó porque fueran cazadas y su carne congelada. Pero tuvieron suerte porque los esquimales aprecian más la carne de otra clase de ballenas y Ahgmaogak llamó a los biólogos."                (El País, 26/10/1988)



Liberadas las dos ballenas que estaban atrapadas por el hielo en Alaska

"Los rompehielos soviéticos Hadimir Arseniev y Amiral Makarov lograron en la tarde de ayer liberar a las dos ballenas grises que se encontraban atrapadas por el hielo en Alaska desde hace tres semanas en las cercanías de la localidad de Barrow.

Junto a los dos rompehielos soviéticos, ha trabajado para liberar a las ballenas. Antes de la llegada de los dos buques soviéticos, un equipo de norteamericanos acompañado por grupos de esquimales habían estado trabajando para dejar libres a los dos mamíferos.

 Las dos ballenas liberadas, Putu y Siku, consiguieron llegar a aguas abiertas unas cuatro horas después de que se eliminase el último obstáculo que impedía su salida, según manifestó el teniente Mike Haller, del servicio de guardacostas de Alaska."       (El País, 27/10/1988)  (Greenpeace)

No hay comentarios: